Precalienta el horno a 200 °C. Estira la masa de hojaldre y córtala en cuadrados. Colócalos en un molde para muffins formando pequeñas cestitas. Pincela ligeramente con la yema y hornea durante 8–10 minutos, hasta que empiece a dorarse.
Sofríe el ajo rápidamente en el aceite de oliva. Añade el brócoli y saltea durante 2–3 minutos (debe quedar verde intenso). Retira del fuego y mezcla el queso crema, el parmesano, la sal, la pimienta y una pizca de nuez moscada.
Saca las cestitas del horno, presiona ligeramente el centro y rellénalas con la mezcla. Vuelve al horno por 8–10 minutos, hasta que el queso se derrita y se dore ligeramente.
Retira del horno y decora con semillas de granada, que aportan frescura, color y un contraste ligeramente ácido.