½ taza de aceite vegetal (puedes usar mantequilla derretida)
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 tazas de harina de trigo
1 ½ cucharaditas de polvo de hornear
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
2 cucharaditas de canela en polvo
½ cucharadita de nuez moscada (opcional)
½ cucharadita de sal
½ taza de nueces o almendras picadas (opcional)
Para el azúcar de canela
2 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de canela en polvo
PREPARACIÓN
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Engrasa y enharina un molde para bizcocho de unos 23 cm de diámetro o uno de pan (también puedes forrarlo con papel pergamino).
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté suave y cremosa.
Agrega el aceite (o mantequilla derretida) y el extracto de vainilla. Mezcla bien.
Incorpora el puré de calabaza y mezcla hasta que todo esté bien combinado.
En otro bol, tamiza la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato, la canela, la nuez moscada (si la usas) y la sal.
Agrega los ingredientes secos a los ingredientes húmedos poco a poco, mezclando con una espátula o batidora a baja velocidad hasta que obtengas una masa homogénea.
Si decides agregar nueces o almendras picadas, intégralas en la masa con una espátula.
Vierte la mezcla en el molde preparado.
Si quieres un toque extra de sabor, puedes espolvorear por encima el azúcar mezclado con canela.
Hornea durante 45-55 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Si el bizcocho se dora demasiado rápido, cubre los bordes con papel aluminio.
Deja enfriar el bizcocho en el molde durante unos 10 minutos, luego desmóldalo y deja enfriar completamente en una rejilla.
Puedes espolvorear un poco de azúcar glas por encima si lo deseas, o acompañarlo con un poco de nata montada.